Ian O'Shea # Casting.

Cásting para;; Ian O'Shea

{Razones para que tu cásting se aceptado:}
Hay pocas. Primero, creo que poseo el nivel de rol adecuado para este personaje aunque, obviamente, eso queda a decisión de la administración. Tengo bastante disponibilidad de horario así que me mantendría activo y, sencillamente, me encantó su personalidad y el motivo por el cual se encuentra junto al Señor Tenebroso.

Prueba de Rol;;

Hacía ya unos días, todo había comenzado. La nueva vida, sí así podía llamársela. Era exagerado verlo de esa forma, pero era la cruda realidad. Había entregado su lealtad a uno de dos bandos, a Lord Voldemort. ¿Por temor? No, para nada. Si bien la mayoría de los seguidores del Señor Tenebroso cumplían órdenes de familia o seguían un simple pero poderoso instinto de supervivencia, este no era el caso. En parte sí, en parte no. Su familia, desde tiempos anteriores a sus primeros recuerdos, se entregó al poderoso brujo. Pero, pese a la insistencia de su padre por atravesar el mismo camino, siempre se supo que el rubio haría lo que se le diese la gana. Inteligente, astuto y perspicaz. Ian siempre fue de las personas que triunfarán en lo que se propongan, y él era consciente de eso. Por lo tanto, dudó. Pero ese cuestionamiento insignificante fue mínimo, pues dos pequeñas razones lo dirigieron rápidamente hacia su lugar. Primera, el poder del Señor Tenebroso, era grande. Ganaría, ¿y en qué no lo beneficiaría estar de su bando? Segunda y más importante, Samara Foster. Sí, esa arrogante, egocéntrica y egoísta Hufflepuff, era seguidora fiel del brujo oscuro. De no haber sido por ella, quizá se habría replanteado mejor su propia decisión. Pero no lo hizo, pues Samara ya había escogido su lugar, y él haría lo mismo.

Intentó captar su atención durante días, obsesionándose más y más a medida que los segundos pasaban. Pero Ella, nada. ¿Otra persona rondaría su mente? Eso no era de importancia, él la conseguiría cueste lo que cueste, y lo tenía en claro. Así que vistió su uniforme, conforme y orgulloso por aquel símbolo que indicaba su casa, Ravenclaw, y partió. Era una de las primeras reuniones, ¿qué podría conversarse? A él, personalmente, no le interesaba ni en lo más mínimo el destruir a Potter, pero debería hacerlo si se le ordenaba. Todos estaban al tanto de la historia ocurrida entre el mago de Gryffindor y Lord Voldemort. Todos sabían del odio, de "El elegido" y de la batalla que se libraría. Si Potter hubiese sido más poderoso, quizás uno o dos años mayor, podría haber considerado más benéfico el apoyarlo. Pero ya era tarde, y no se arrepentía. Sabía que el reinado que él fomentaba no sería agradable para todos pero, por lo menos, sí para él. Y para Samara, la mujer a la que conquistaría.

Llegó al lugar designado, doce en punto, medianoche. Apresuró su paso, sin elevar en ningún momento el sonido provocado por estos y, silencioso cual serpiente que se avecina a su presa, se hizo lugar. Ya había algunos reunidos, entre ellos la Hufflepuff. Su mirada recorrió a sus acompañantes e inmediatamente se dirigió a la muchacha. Mientras tanto, un saludo cordial confirmó su presencia. - Buenas noches - al hablar, captó inmediatamente la atención de la chica, y sus labios se curvaron con satisfacción. Era... Diferente. Ella, sus palabras, su mirada. Todo lo que la rodeaba, le atraía. Y todo lo que le atraía, también le obsesionaba. Pero Samara permaneció en silencio, inmóvil, ignorándolo en su totalidad. Mejor aún. Rozó su hombro con el de ella, mientras se acomodaba en el espacio vacío a su lado. Un espacio que, hacía unos segundos, había estado usurpado por otros dos Hufflepuff. Al verlo a él, se dispersaron. Entonces, su interés por la chica era tan obvio como inevitable; bien, le haría las cosas más fáciles. Pero no tuvo ni tiempo ni oportunidad de comenzar una conversación con ella, o un fastidio cotidiano. El murmullo ya podía oírse en el salón; la reunión había comenzado.

CÁSTING ACEPTADO
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