Casting para Quinney A. Smith

Cásting para Quinney A. Smith;;
{Me gustó Quinney desde el primer momento en que leí algunos rasgos de su vida. El hecho de que sea tan valiente aún siendo una Slytherin fue lo que sin dudas me enamoró de ella. Pienso que algo grande podría salir de este personaje, al mostrar tal nivel de madurez y osadía para enfrentar las cosas. Imagínate, tiene una relación con una Gryffindor y le da lo mismo lo que el mundo piense de ello, ¿es eso tener actitud? absolutamente sí. Administradoras si no me eligen estarán cometiendo un gran error okno, ustedes hagan lo que mejor les parezca (:}

Prueba de Rol;;
Mantuvo esa sonrisa suya frente al espejo. El sol se abría paso por el cielo virgen que aún no resplandecía como de costumbre. Suspiró arreglándose para iniciar un nuevo día de clases, otro día más en la sala común de Slytherin, la casa que le había abierto las puertas con tan sólo once años y que ahora la veía crecer y madurar con una rapidez inusitada. Acomodó bien su cabello y estiró su uniforme de tonalidades verdes, lucía perfecta como cada día. Sonrió una vez más y se retiró de allí, no tenía ganas de tranzar palabras matutinas con sus compañeras de habitación. Haría lo habitual, bajaría a reunirse con Isabella en su "lugar secreto", juntas irían a desayunar al gran comedor y luego partirían a historia de la magia. Absolutamente nada fuera de lo común -considerando que todo Hogwarts sabía y estaba de acuerdo con su relación- ¿acaso importaba que a alguien no le agradara algo?. Suspiró cerrando la puerta de la sala común detrás. Sonrió a un par de estudiantes de su casa que también se dirigían a algún lugar en específico. Estaba de buen humor esa mañana, habría bailado si hubiese sido posible. - Hola Peeves. - saludó al molesto "amiguito" que cada vez que podía la fastidiaba; iba cantando otra de sus nuevas canciones, bastante alegres a decir verdad.

Dobló la esquina con lentitud, intentando recordar si habían deberes que entregar. Sí, Quinney era algo irresponsable en cuanto a eso y no le interesaba bastante mejorar al respecto. Era una joven relajada y sin un dejo de tormentos en su vida, siempre dejaba que todo fluyera como debía, sin presiones ni apuros. Historia de la magia, suspiró resignada mientras se cruzaba de brazos, ¿había otra materia más aburrida para iniciar la semana?. Tener que sentarse a escuchar hablar a un fantasma ya cansado y viejo le fastidiaba, al menos siempre había una serpiente encargada de sacarles sonrisas a la clase, eso era algo que destacaba de sus compañeros de casa: el gran sentido del humor. Pocos lo entendían, pero Quinney se sentía cómoda en el lugar en que se encontraba. Había nacido Slytherin y moriría siéndolo, sus padres habían instaurado eso en ella y ya no lo cambiaría así como así. Acomodó mejor su túnica, le gustaba lucir siempre bien a pesar de todo, era muy vanidosa y preocupada en cuanto a eso. Observó superficialmente a un grupo de Gryffindors que pasaban por allí, odiaba que siempre la miraran con mala cara por tan sólo lucir el verde uniforme, era realmente una tontería eso de la rivalidad temprana. Aunque había que admitir que sólo había llegado a esta conclusión al conocer a Isabella, ella había cambiado en parte su modo de ser y pensar. Debía admitirlo.

Sonrió radiante cuando sus ojos se encontraron con los de la morena. No tenía idea cuán rápido había pasado el tiempo, no se había dado cuenta todas las cosas que había vivido en tan sólo dos años, no se había puesto a pensar en ello porque claramente no había nada que pensar o cambiar. Corrió hacia ella para abrazarla, todos los días lo hacía para comprobar lo real de la situación, no estaba soñando, en verdad se había enamorado de una chica y lo más extraño era que debía decir que una Gryffindor había robado su corazón. Tomó su mano con seguridad y caminó junto a ella hacia el gran comedor. Con el transcurso de los años las miradas de estudiantes curiosos se habían reducido, pero no faltaba el primerizo que se paraba a observar el "espectáculo". - ¿Qué miras, renacuajo? - levantó una ceja deteniéndose ante el rubio muchacho que las observaba con ojos desorbitados. - Sí, ¿lo ves? - levantó su mano unida a la de Isabella. - Ella es mi novia. - sonrió maliciosamente, acercándose a la morena para besarla. Para cuando se detuvo el chico ya no estaba, debían soportar situaciones como esas todo el tiempo, por lo mismo ahora lo tomaban con relajo y hacían bromas al respecto. Rió un momento y continuó su trayecto en compañía.

Nada ni nadie empañaría lo que tenía en esos instantes, todo estaba bien así y era demasiado feliz con los pro y contra que eso conllevaba.

CÁSTING ACEPTADO
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