Cásting para Nymphadora Tonks

El verde paisaje de aquel bosque, lleno de vida y movimiento, con una curiosa mezcla de espacios de luz y sombra en perfecta armonía, atrapaban la mirada de Nymphadora, que sentada en el extremo derecho de un cómodo sillón de piel color vino, observaba esa eterna puesta del sol que moría lentamente en tonos anaranjados. Su mirada, aunque atenta al bello espectáculo que ofrecía el enorme mural, parecía de alguna forma perdida en sus pensamientos. Los largos mechones de cabello color rosa intenso, colgaban casualmente por sus mejillas, dándole una belleza etérea de esencia fantástica.

Las ideas que la rondaban no se articulaban claramente, sólo se trataba de pensamientos acerca de sucesos futuros; de deber... Desde el principio sus motivaciones estaban guiadas por ese ideal, que las personas más importantes de su vida le habían inculcado con ahínco. Tiempos difíciles se cernían sobre el Mundo Mágico, y una aura extraña ahora poblaba las calles antes bulliciosas y vibrantes, como si aún sin decirlo, todos los habitantes compartieran la perturbadora idea de que algo terrible estaba a punto de ocurrir.

Su pierna derecha, flexionada por comodidad sobre el sofá, quedaba debajo de la otra que pendía naturalmente hacia el suelo; aquella era una postura muy informal, pero que podía permitirse adoptar, estando en soledad. La taza de té que se encontraba en la pequeña mesita frente a ella, de cuando en cuando era tomada para beber un sorbo con calma. Y entonces, un llamado en la puerta con tres suaves toques, atrajo su atención.

― Adelante. ― Respondió antes de recapacitar en recuperar la compostura. La puerta no tardó en abrirse revelando la silueta de alguien más que conocido por ella. La bruja había volteado con el habitual gesto amable, pero al notar la presencia que ahora la observaba, se vio levemente corregido a uno mucho eufórico. ― Remus.

― Pensé que te encontraría aquí. ― Fue la respuesta después de un instante, con aquella voz serena y profunda que lo caracterizaba, mientras se adentraba en el salón.

Nymphadora sonrió ampliamente con la frase, había sido un reflejo involuntario, que de inmediato fue seguido por aún más espontaneidad. Acentuando su postura giró el cuerpo hacia él, subiendo un poco más la pierna en el asiento, de manera que su lenguaje corporal le invitaba a sentarse con ella.

― Yo sólo estaba… ― Desvió fugazmente la vista al mural, y concluyó con un tono que trataba de quitarle peso al asunto para retomar el buen humor. ― Pensando. ― Y regresó la vista esbozando una sonrisa, al tiempo que él aceptaba educadamente la oferta después de un leve titubeo. Sabía que probablemente él tuviera algún motivo para ir a buscarla, pero igualmente prefería la actitud casual, así que simplemente pronunció, dirigiendo un sutil gesto con la mano derecha hacia su té. ― ¿Te gustaría acompañarme con una taza?




Off rol:
Escribí esta escena sin ubicarla en algún punto específico de la historia, sólo con la idea de que fuera ella, en un día de la vida.
Y… por supuesto, espero que la manipulación necesaria al ser un post que no tendrá respuesta, no sea un problema para el casting. xD
Espero que les agrade~ ^u^