Love Bleeds {The Vampire Diaries & Twlight RPG} ¡FORO NUEVO! -Afiliación Hermana-

Una nueva familia se ha mudado a las afueras de Mystic Falls. Se apellidan Cullen, y está formada por un total de siete miembros: un matrimonio joven y tres hijos, además de dos mellizos adoptados, los Hale. Desde luego, resulta una familia bastante peculiar, aunque aún más lo resulta el comportamiento de los muchachos recién llegados: educados aunque sin mostrar intenciones o interés en amigarse con nadie, siempre juntos, siempre solos.

Pudiera parecer que la llegada de esta familia resultara insustancial en la vida de los Salvatores, y aquellos que la rodean. Y, al principio, así es. Después de servirse en bandeja de plata como sacrificio para que Klaus se transformara en un híbrido, Elena Gilbert se sumió en un túnel oscuro, sin salida. Jenna había muerto; Jeremy y ella volvían a estar sólos, de nuevo. Stefan trata de hacer lo imposible por volver a ver sonreír a la muchacha, pero Elena cada vez se ve más sumida en un lugar lejano, ajeno a lo que le rodea. Incapaz de seguir avanzando. ¿Y Damon? Damon todavía se siente... confuso. Si bien Elena no le ha llegado a reprochar el hecho de que, por su culpa, por poco vuelve transformada en un vampiro, la situación no ha mejorado para el mayor de los Salvatores. ¿La razón? Katherine Pierce. No sólo está el hecho de que ya no sabe qué pensar de ella. Simplemente, es incapaz de encontrar una razón lógica al por qué no deja de pensar en ella, de recordarla, y de preguntarse... Si sigue viva, allá donde Klaus la tenga retenida.

Entretanto, Caroline Forbes, hija de la Sheriff del pueblo, no tarda en encontrar una distracción capaz de conseguir arrancarle una sonrisa a su amiga y, ya de paso, de ayudarla a sí misma a olvidarse de sus propios problemas, el licántropo, Tyler Lockwood, y el humano, Matt Donovan. Por lo visto, uno de los policías al servicio de la Sheriff, concretamente Charlie Swan, tiene una hija de la misma edad que las muchachas, y acababa de mudarse a Mystic Falls. Una cara nueva en el trío de amigas podría ayudar a las tres a ligarse un poco más a aquella despreocupada vida humana que antes tuvieron.

La muchacha se llama Isabella Swan, aunque prefiere que todo el mundo la llame Bella. Es una chica algo extraña: muy tímida y reservada, e increíblemente madura. Pero todas entienden al vuelo que, en realidad, es buena persona, y no tardan en aceptarla. Obviamente, Bella ignora todo acerca de la existencia de criaturas sobrenaturales, por lo que Elena, Bonnie y Caroline siempre tiene que andar con pies de plomo a la hora de hablar con ella.

La situación en el pueblo se fue calmando, poco a poco, aunque las heridas de muchos todavía no sanaron. Probablemente, Jeremy y Bonnie eran los únicos que, en aquellas circunstancias y exceptuando el hecho de la muerte de Jenna, podían considerarse felices. Más unidos e inseparables que nunca, el hermano menor de Elena y la bruja por fin podían considerarse una pareja formal con todas las letras.
Sin embargo, un día ocurrió algo que cambiaría muchas cosas.

Bella acababa de llegar al instituto aquella mañana, imaginando que esta sería una más. Pero no fue así. Estando en el aparcamiento, una camioneta patinó sobre el asfalto y se precipitó en su dirección. La muchacha contempló, atónita, cómo aquella mole de metal se dirigía hacia ella. Consciente de que no se apartaría a tiempo, simplemente cerró los ojos y esperó a que llegara el impacto. No llegó. Al volver a abrir los ojos, Edward Cullen, uno de los miembros de la recién llegada familia, se encontraba allí, a su lado. Había recorrido el aparcamiento a una velocidad que a la humana se le antojó inhumana, y había detenido la camioneta con una mano. Nadie pareció percatarse de la heroicidad del joven. Nadie... excepto dos alumnos. Los únicos capaces de moverse también a semejante velocidad. Caroline y Stefan.

Fue a partir de entonces cuando los hermanos Salvatore, Elena, Caroline, Bonnie y Jeremy tuvieron auténtica toma de contacto con los vecinos de los hermanos vampiro. Por lo visto, los siete formaban un aquelarre de vampiros que, al igual que Stefan, habían renunciado a alimentarse de sangre humana, y tan sólo ingerían la sangre de animales. El doctor Carlisle Cullen, el líder del clan, había logrado tal control sobre sí mismo que, incluso, podía ejercer como médico en el pueblo.

Los Salvatore no tardaron en comunicarles la situación con respecto a Klaus. El aquelarre se mostró sorprendido. Por lo visto, sí conocía a la familia de Klaus, los vampiros originales. Lo que Damon, Stefan, e incluso Katherine ignoraban de ellos, es que su aquelarre constituía lo más cercano a una realeza dentro de los vampiros. Tanto era así que, incluso, contaban con una guardia de vampiros y brujos a su disposición. Por lo visto, el grupo se enfrentaba a algo más grande de lo que pensaban, pero ahora contaban con siete nuevos vampiros dispuestos a ayudarlos.

No obstante, la entrada en escena de los Cullen también empeoró la situación en ciertos aspectos. Rosalie Hale, la vampiresa rubia más egocéntrica del nuevo clan, ha mostrado interés por el menor de los Salvatore, Stefan. Por lo visto, Rosalie en su momento sintió atracción por Edward, uno de sus hermanos, pero este fue incapaz de verla como algo más que una hermana. Rose, herida en su orgullo, veía a Stefan como a un nuevo Edward, más a su alcance. Y conquistarlo iba a ser la única forma de sanar su ego. Por su parte, la pareja sentimental de Rosalie, Emmett, no tardó en percatarse de los nuevos intereses de la rubia. Rosalie le ha asegurado cientos de veces que le ama con locura, pero Emmett siempre se ha creído poco para su hermosa mujer, y ahora que Rose comenzaba a encariñarse con Stefan, Emmett se sentía incapaz de competir contra él. Es entonces cuando el jovial vampiro se acerca a Elena, quien todavía se encuentra sumida en un agónico túnel de oscuridad, frío y soledad. Desde luego, Stefan y Elena lo tienen cada vez más difícil para continuar con su relación.

Por otro lado, se encuentra el ya mencionado Edward. Es el único sin compañera dentro de su clan. Edward nunca ha sentido real interés por ninguna mujer en especial, hasta que la conoció a ella: Bella Swan. Razón por la cual no pudo dejarla morir, aun sabiendo que ponía en peligro el secreto de su condición como vampiro, así como la de su familia. La muchacha vive ajena del mundo paranormal que le rodea, y Edward considera que es mejor así: cuanto menos sepa de todo aquello, más a salvo estará. Pero la joven Swan vio perfectamente cómo el muchacho de cabello cobrizo apartó la camioneta con una mano. Con una sola mano. Y está dispuesta a descubrir qué ocurrió aquella mañana en realidad... Y qué es realmente Edward. El Cullen no está teniendo nada fácil ocultarle la verdad, aunque cada vez que la atracción se hace más fuerte entre ambos, más incapaz se encuentra de esconderle nada. Por no hablar de la amistad que la joven mantiene con Elena, Bonnie, Caroline y Alice. Parece inevitable que la humana termine por conocer la verdad acerca de las criaturas sobrenaturales.

Y finalmente, se encuentra Caroline. ¿Recordáis que creyó que tener a una nueva amiga en su círculo podría ayudarla a olvidarse de sus problemas? Bien, pues se equivocaba. Como ya sabréis, la joven Forbes siempre ha estado enamorada del guapísimo Matt Donovan, ex-novio de Elena. Pero después de que Caroline conociera un poco más al mejor amigo del muchacho, Tyler Lockwood; después de que descubriera que era un licántropo, y después de que ella le confesara a Matt que era una vampiresa, las cosas se complicaron en demasía. Tyler no ha vuelto a marcharse de Mystic Falls, y Caroline vuelve a sentirse entre la espada y la pared. Para colmo de males, ahora los Cullen también forman parte de sus problemas: Alice Cullen, pareja de Jasper Hale y hermana adoptiva de Edward y Emmett, enseguida ha hecho buenas migas con el humano, Matt. Para ella, él no es más que un amigo, un buen chico, agradable, simpático y honesto. Pero para Matt, cada día que pasa, es algo más que una amiga. Caroline no tarda en darse cuenta de ello, y ver a Alice y Matt juntos le pone de los nervios, volviendo más confusa su situación. Jasper, no obstante, parece confiar plenamente en su pareja: Alice le ha asegurado que Matt no es más que otro humano con quien ha intentado llevarse bien, y no tiene por qué preocuparse. El problema reside en si de verdad, el muchacho es otro más.

Ahora bien, centrémonos en nuestro existencial problema: Klaus. Una causa a la que el aquelarre Cullen. El atajo que el grupo encontró tenía que ver con resucitar a los hermanos del vampiro. Contar con un aquelarre de vampiros originales de su parte podía ser existencial para lograr acabar con él. Así pues, recurrieron a la única persona que podía saber de su paradero: Katherine Pierce. Todavía presa de Klaus, tenían que sacarla del escondite del híbrido para lograr la información que necesitaban. Lo curioso fue que, apenas lo decidieron, fue la misma Katherine la que se presentó en la mansión.

Bajo las órdenes de Klaus, Katherine apareció en la mansión. Obviamente, ya no estaba bajo el control del híbrido gracias a la verbena que le había facilitado Damon en su debido momento. De todas formas, se encargó de comunicárselo: Klaus ya sabía que los Cullen se habían unido a la causa de los Salvatores, pero les daba la oportunidad de retirarse a tiempo si no querían ver a ningún miembro de su familia en peligro. Con todo, los Cullen no se echaron atrás.

Katherine les habló de la posición de los Originales. Curiosamente, no estaban demasiado lejos de Mystic Falls: en un almacén subterráneo abandonado, todavía en el Estado de Virginia. Por lo visto, el híbrido no quería mantenerse excesivamente lejos de los cadáveres, probablemente por motivos de seguridad. Eso significaba que no tenían demasiado tiempo: rápidos y veloces como sombras, retiraron las estacas que mantenían en un profundo sueño a los seis hermanos de Klaus: Aro, Cayo, Marco, Athenadora, Sulpicia y el mismo Elijah. Mientras volvían a Mystic Falls, Carlisle, Stefan, Damon y Jasper les hablaban de la situación actual con respecto a su hermano. Los seis coincidían en algo: no estaban dispuestos a dejarlo así. Klaus, su propio hermano, les había fallado, les había traicionado, todo por buscar más y más poder.

Las cartas ya están puestas sobre la mesa, y la tensión reina en el ambiente. Mientras una recién liberada Katherine empieza a amigarse con Edward Cullen, un vampiro con quien congenia rápidamente debido al parecido que este guarda con Stefan; un Damon obcecado en negar sus sentimientos por la vampiresa enrabieta de celos. Lo que ambos vampiros comparten sólo es una amistad, pero parece haber sido suficiente para activar un resorte en el vampiro de los ojos azules. Por su parte, los Originales se alían a los Cullen y a los Salvatores, y se preparan para el golpe final, junto a los reclutados de guardia de los Smith. Sin olvidarnos de Klaus que, viendo que la balanza comienza a equilibrarse, no duda en buscar nuevos aliados.

¿Conseguirán los Cullen, los Originales y los Salvatores derrotar a Klaus de una vez por todas?
¿O, en cambio, será realmente una criatura invencible?

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