Casting para George Weasley

Cásting para;;
George Gideon Weasley

{Razones para que tu cásting se aceptado:}
Jamás había roleado a alguno de los gemelos Weasley, los cuales forman parte de mis personajes favoritos. Su relación, en especial, me parece cautivadora. Su alegría, sus tristezas y sus momentos juntos son para mí, algo que me gustaría recrear y vivir mediante el rol. Un juego al que me he hecho adicta.


Prueba de Rol;;

El amanecer, era quizás su momento preferido. Despertar con una hermosa sorpresa, digno de los Weasley ¿No? O más bien, le encantaba formar parte de su sistema despertador. Su padre quizás no lo tomaría tan mal, pero podía predecirlo: Molly Weasley, era el problema y, por supuesto, su víctima favorita. No hay que mal interpretar, amaban a su madre, y estaban seguros de que ella también lo hacía; sí, aunque los “confundiera”. Pero nunca estaba de más alegrarle la vida. En el fondo sabían que a pesar de sus regaños, su madre se divertía con todo lo que hacían. El ya no acudir al colegio les daba una desventaja, muchas menos víctimas, menos diversión. Aunque vaya, con su hermano, George en ningún momento podría aburrirse. Porque Feorge sin F es George, y Gred sin G es Fred. ¿Se entiende? Bueno, da igual. El caso es que allí estaban, madrugando por una ocasión especial [No harían de no ser por el plan que habían maquinado]

— ¿No crees que es muy temprano para hacer esto, Fred?

Sus miradas se cruzaron, y al cabo de dos segundos ambos rieron de par en par para soltar al unísono.

— Nah.

Y así fue, la pared contigua a la cocina estalló en pedazos haciendo que toda la Madriguera retumbara incesante y fragmentos de cemento se vieron volar alrededor del lugar. Se quedaron en silencio, mirando el destrozo que habían ocasionado y en vez de salir huyendo se quedaron estáticos apreciando su obra maestra. Aunque bueno, no podía llamarse maestra ya que una vez más su experimento había fallado. Muy a pesar de haber salido del colegio los gemelos eran profesionales en el arte de la curiosidad, y ¿Por qué no llamarlo de ésta manera? Las bromas. Sí, era un arte para ellos, no un problema como los demás lo llamaban. George aplaudió, sonriendo al mismo tiempo que evitaba una carcajada al querer mofarse de su propio fallo.

— ¡Boom! —cerró los puños y de inmediato los abrió imitando un estallido. Lo más divertido de todo no iba a ser la explosión, sino la cara de su madre.— Freddie —espetó sincero.— creo que volvimos a fallar. —se encogió de hombros y cruzó los brazos como si fuese lo más normal del mundo. Tan sólo pateó una piedra que cayó junto sus pies y en cuanto ésta dejo de girar, pisadas que predecían su futuro castigo anunciaban que su madre estaba bajando las escaleras más rápido que un rayo. Ambos se miraron y alzaron las cejas.

— 5 … 4… 3… —comenzaron a contar al mismo tiempo, casi parecía que sabían perfectamente la exactitud de la histeria que su irascible progenitora experimentaba. Y así era.— 2… 1…

— ¡FRED! ¡GEORGE! —el rostro de ambos no fue otro más que el de toda la vida. Pillados, jodidos pero divertidos— Y aquí vamos… —musitó el segundo mencionado antes de que comenzara el sermón del día. Daba gracias a Merlín de que ahora no tenía que soportar aquello del diario, pero jamás dejaba de ser entretenido.— Tranquilizate mamá, velo por el lado positivo: Tenemos nueva ventilación —alzó ambas cejas sonriendo y dirigiéndole una mirada cómplice a su hermano.— ¿Verdad, Fred? Además, si te das cuenta madre, es una estupenda vista para cuando quieras mirar el ocaso —y como si estuviese fantaseando, miró hacia el horizonte con la mano sobre su frente para cubrirse los ojos del sol y señaló la hermosa “escena” que su madre podría apreciar desde la cocina cada vez que las tartas de calabaza se tardasen demasiado en salir del horno.

Por supuesto que la respuesta a aquello no fue la más favorable, pero… ¿Cuándo lo era? La respuesta era siempre, pues ¿Qué sería de sus ingeniosos planes si no recibían esa clase de reacciones?

CÁSTING ACEPTADO
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