Casting para Luna Lovegood <3

Cásting para;;
Luna Lunática Lovegood.

{Razones para que tu cásting se aceptado:}
No creo tener nada que decir, salvo que considero que poseo el nivel de rol adecuado para llevar un personaje indispensable como Luna y que, desde que comencé a leer la saga, la adoro. El resto está en manos de la administración (:

Prueba de Rol;;

Entre polvo y estanterías, observando con atención, podía distinguirse aquella figura borrosa, sentada en el frío suelo. Una muchacha de larga cabellera rubia, sucia y despeinada, con unos ojos saltones de un color que invita a recorrer los océanos del mundo muggle. Pero aquel color apenas era notable, pues su mirada se hallaba baja, centrada en algo más. Quienquiera que se decidiece a prestarle atención, desde el comienzo de las extensas estanterías -el único ángulo posible para dirigirse a ella- apenas distinguiría su uniforme. El de Ravenclaw, por supuesto. El de la Lunática. Pero, ¿quién querría acercarse a ella? Más importante aún, ¿quién, además de Luna, rondaría aquel sector particular de la biblioteca? Criaturas Míticas, decía el gran letrero. Se hallaba a unos pocos metros de la Ravenclaw, que parecía perdida en un mar de letras, párrafos y dibujos. Respecto a aquellos temas, su padre parecía ser el único que la comprendía. Si bien un pequeño grupo de estudiantes, sus amigos, toleraban y acompañaban a la rubia en algunas de sus fantasías, delirios o realidades -queda a decisión de cada uno si son o no verosímiles sus creencias-, nadie más que Xenophelius Lovegood la comprendía realmente. Y él siempre fue el único, también, que la impulsó a seguir creyendo.

- Mira quién está aquí. - Un Slytherin. No fue necesario levantar la mirada. Se había acostumbrado a sus voces, sus comentarios, y realmente no le perturbaban en lo más mínimo. - ¿Qué leemos hoy, Lunática? - no hizo falta decir más. La muchacha, con suma paciencia, cerró el enorme libro que poseía entre sus manos y pudo distinguirse, en la portada, el nombre de Criaturas Mágicas. Tampoco fueron necesarias las palabras. Los estudiantes rieron entre sí, mientras aquellos ojos azules se clavavan en ellos. El más alto, algo regordete y de cabellos rubios, extendió su mano hasta coger el libro que la joven había estado leyendo minutos antes. - Si lo dañan, Irma Pince los castigará. - ¿Quién le temería a aquella voz suave, proveniente de la niña de quince años de edad? Fue simple, tranquila. La serpiente que había tomado la enciclopedia soltó una burlona carcajada, y luego le lanzó el libro al otro. Entonces, la muchacha se puso de pie. Nuevamente, no habló. Nunca fue necesario para ella el hacerlo, su expresivo rostro deja ver más de lo que espera demostrar. Y, en esta ocasión, no aparecieron las risas. El joven que llevaba ahora aquel enorme montón de páginas, retrocedió inconscientemente. La varita de la rubia continuaba ubicada detrás de su oído, como era de esperarse, pero aún así ambos se sintieron en peligro. Quién sabrá si fue Luna quien provocó aquel temor -algo improvable, si se lo evalúa bien- o las propias ideas delirantes de los Slytherin. Pero ambos, impotentemente, retrocedieron. Y el libro cayó al suelo y, al escuchar el estruendoso sonido, ambos muchachos se sobresaltaron. Ahora sí, se alejaron más. Al verlos bajo la luz, Luna pudo notar que no eran mayores que ella. Probablemente eran de su año, o uno menos. E inmediatamente se acercó hacia la enciclopedia, la colocó entre sus brazos y dio media vuelta.

Entonces sonrió. - Harry. - El morocho parecía preocupado, y tardó tres segundos más de lo normal en responder a Luna, fingiendo ahora un estado de ánimo contrario. Ella, por supuesto, lo notó. - ¿Qué sucede? ¿Hay algo que te moleste? - Su voz fue tranquila, aún cuando el chico titubeó antes de comenzar a hablar. Fue en ese momento de espera que la rubia colocó el libro en un espacio vacío de la estantería, lugar donde se había hallado originalmente. Y nuevamente pudo dirigirse a él. Intercambiaron unas pocas palabras antes de llegar al tema que realmente importaba, mientras que sus pasos casi silenciosos dejaban la marca a la salida de la biblioteca del castillo.

CÁSTING ACEPTADO

¡Enhorabuena!

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