Casting para Severus Snape

Cásting para; Severus Snape;

{Razones para que tu cásting se aceptado:}

Bueno... Digamos que tengo cierto recorrido con el personaje. He tenido la posibilidad de desarrollarlo en otros RPGs en los que he estado a lo largo de los años y puedo decir que he llegado a entender un poco como es Snape por dentro. Además siempre me ha gustado mucho este personaje, ya que me parece que es el que está mejor estructurado y el que tiene la mejor trama de la saga. Así que ganas para rolear como él no me faltan.


Prueba de Rol;;

Hay días felices y días tristes, pero en la vida de Snape solo había lugar para los segundos. Lloviera o hiciera sol, siempre parecía que una nube seguía al misterioso profesor, quién caminaba por los pasilos de Hogwarts con el rostro ensombrecido; como si su único estado anímico fuera un profundo e irremediable disgusto. Y aquel día no iba a ser diferente a los demás.

Después de -la que el mismo declaró- una clase infructuosa en la que Hermione Granger levantó la mano una media de doce veces en toda la hora (para ser ignorada la mitad de ellas, por supuesto), Snape se retiró a su despacho. Y es que no podía ser confundido con el despacho de ningún otro profesor, pues cualquiera que entrase allí podía adivinarlo en un santiamén. No había estante que no estuviera repleto de frascos, viales y libros; o de todo aquello que se pudiera esperar de un amante del arte de las pociones y de la magia en general.

Severus cerró la peurta tras de si y respiró profundamente el aroma perfumado que desprendian todas las especias que se acumulaban dentro de los viejos armarios de roble. No había sitio en Hogwarts en el que se sintiera más seguro y a gusto, bueno, quizá su habitación, donde si que nunca entraba nadie. Y es que las personas en las que Snape confiaba se reducían a la mitad de los dedos de su mano derecha...

Ahora más relajado, caminó hasta su escritorio y se sentó en la cómoda silla que se encontraba justo detrás, o más bien se tiró. El cansado profesor miró al techo de piedra dando vueltas algo en su cabeza y así siguió durante un minuto entero antes de sentarse como era debido. Entonces abrió un cajón que hasta ese instante había permanecido cerrado con llave y sacó una botella de líquido ambarino, un vaso y un pequeño sobre. Lo colocó todo en perfecto orden sobre la mesa y después procedió a abrir la botella y a servir el líquido que contenía en el vaso con perfecta precisión, del mismo modo en que haría de tratarse una poción altamente peligrosa. El hombre aspiró el aroma del alcohol con su aguileña nariz y después dio un sorbo ante de dejar el vaso en la mesa con un fuerte golpe.

El sobre seguía aún en el mismo sitio y Snape lo miraba con tanta intensidad que costaba creer que todavía no hubiera estallado en llamas. El hombre necesitó un trago detrás de otro para reunir el valor suficiente para recoger el sobre con sus ahora temblorosas manos, pues sabía lo que contenía y le daba... miedo. Ya lo había visto en varias ocasiones, pero nunca había podido desprenderse de él... Cuando por fino lo abrió sacó una vieja foto en color sepia -pues el tiempo se había llevado el color- de su interior. En el mágico papel fotográfico, una joven con el uniforme de Gryffindor y de un color de pelo que podría aventurarme a decir que era pelirrojo, sonreía y se escondía detrás de un chico espigado de larga cabellera negra y lacia con el uniforme de Slytherin. Este último parecía turbado por la actitud de la chica, aunque también sonreía de medio lado. Estaba claro que se trataban de Lily Potter y del mismo Severus Snape, solo que unos años antes, cuando todo iba bien entre ellos.

Una solitaria lágrima se le escapó al profesor por el rabillo del ojo, quién enseguida se la limpió y procedió a guardar la foto, la botella y el vaso con insólita rapidez dentro del cajón. Se levantó de golpe y caminó hasta el otro lado del despacho antes de apoya rla cabeza contra la fria piedra para intentar refrescarse las ideas... Sabía que siempre le pasaba lo mismo cuando abría ese sobre, pero no podía evitarlo, no quería olvidar a Lily por mucho dolor que le causase, al fin y al cabo.

Solo necesitó cinco minutos más para volver a adoptar sus emblante frio y salir por la puerta para continuar con su mañana. En los pasillos, dos jovenes de segundo curso parecían no tener intención de desplazarse a una velocidad normal.

-¡Hughens! ¡Spence! -exclamó Snape-. ¡Diez puntos menos para Gryffindor!

CASTING ACEPTADO.
Enhorabuena, procede a hacer ficha y registros.